domingo, 25 de abril de 2010

Mi primera vez

Desde la otra orilla.

Cierro los ojos de manera que aunque abiertos, sólo veo mar, una tierra de forma sinuosa y escasa. La luz. Una segunda libertad.
Con toda la fuerza que quizá otorgaban las olas portadoras, comenzó la estancia. El tiempo siempre es otro, incluso en este preciso momento, mucho más cuando ha pasado, mucho más en los recuerdos. Pero ahora se trata de eso, de recordar.
Recuerdo una estancia propia, donde la claridad era costumbre antes de que yo llegara. Recuerdo las palabras que debían fluir más que nunca. Recuerdo el mar, cada rincón, el deslizar continuo deshacedor de límites. Agua y tierra confundidas constantemente.
Todo era excesivo, la misma naturaleza había dibujado una extraña forma, en ese trozo de tierra emergido. El viento de tramontana azotaba cualquier resquicio, complicando algunas mentes.
Todo era blanco y azul y furiosamente excesivo.
A veces retrocedo en el tiempo, entonces pienso en sirenas, proas y popas de barcos, bancos de algas, mareas plateadas, la lluvia, los senderos, los viajes y las ausencias.
Yo suplantaba una vida, por aquel entonces, en ese espacio limitado, en ese horizonte inmenso. Habitaba su propia casa. Su presencia aún se desdibujaba por entre los muebles y utensilios cuando llegué. Me contaron que había emprendido un largo viaje, que huía de si mismo como las mareas y como ellas, siempre retornaba. Yo usaba sus libros e intentaba igual que él, hacer amar las palabras en un ámbito donde la belleza no zarpaba con cada barca. Me hice amiga de sus amigos. Poco a poco me fui apropiando de una historia que no era mía. Poco a poco fui recorriendo aquella geografía, palmo a palmo donde él lo hiciera antes. Sin apenas imaginarlo fui dejando de ser una intrusa en aquella isla.
Nunca le conocí.
Un día, como las ballenas, comencé mi peregrinación hacia la otra orilla. Hoy, ya en tierra firme, sé que ambos compartimos una idéntica pasión.

4 comentarios:

  1. Un texto precioso. Bienvenida al mundo blogger!

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  2. Bienvenida. Como te dije, me gusta el sabor intimista del paisaje.
    Un saludo y suerte con el recién nacido blog.

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  3. Me encanta. Se percibe el olor a mar y la luz mediterránea que tú emanas.

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